Media Móvil 1.000

Hola Compañeros:

Hoy no voy a hablar de ninguna empresa, hoy quiero dedicar una entrada completa a la línea amarilla que tanto me gusta y de la que tanto hablo, la media móvil de las últimas 1.000 sesiones. Como su nombre indica, esta es una media lineal (ojo las hay de mil formas distintas y con las sesiones que cada uno quiera determinar) del precio de cierre de las últimas 1.000 que la empresa en concreto ha cotizado. Como es lógico, el año bursátil suele tener en el entorno de 260 días de cotización, de forma que la empresa ha de estar cotizando al menos 4 años para que comience a aparecer en el gráfico la famosa línea amarilla. No conocía esta línea, había usado previamente las medias de 30, 50 y hasta 200 sesiones, pero una tan alta jamás. Jamás hasta que me la presentó InversorBolsa en un fantástico video y que me ha hecho pensar bastante y razonar su significado. Básicamente lo que hace esta línea es darnos una cotización de larga tendencia, nos ralentiza las cotizaciones que en estos últimos tiempos y con la entrada de tanto ordenador y programa de cotizaciones anda muy loca. La cotización nos marca la opinión de millones de inversores en el mundo a cierre de sesión. Pero esta media nos marca un conjunto de opiniones de millones de inversores ponderados por 1.000 días de opiniones, de forma que en este periodo ha pasado de todo, habrá habido días de euforia y días pésimos en los que todo se iba a la mierda.

Como yo entiendo el juego de la bolsa, la cotización de una empresa, está marcada por tres factores principalmente, que yo considero los siguientes: 

  • El valor de la empresa.
  • El valor del negocio.
  • El sentimiento y emoción de los inversores.

El valor de la empresa viene marcado por sus activos. En términos habituales esto está marcado por el valor contable de la acción, pero puede haber muchas trampas. Una deuda excesiva puede provocar caídas importantes en este apartado, o una recompra agresiva puede hacer que los recursos propios de una empresa bajen mucho. Pero en general la diferencia entre activos y pasivos, nos dará la parte del negocio que está en manos de los accionistas. Cuanto mayor sea este porcentaje, mayor será la voz de los accionistas en la marcha de la empresa. Si tenemos muchos pagos a proveedores, ellos mandarán y mucho, si no les pagamos nos cortarán el suministro y puede que tengamos que plegarnos a sus exigencias. Lo mismo sucede con los bonistas o prestamistas. Con estos es más sencillo, ya que por lo general estos son acuerdos a más largo plazo, pero si pretendemos aumentar los pasivos o simplemente renegociarlos contando con poca base de recursos propios, es muy probable que nos pongan normas y exigencias que no sean del agrado ni del interés de los accionistas, los verdaderos dueños de la empresa y de su actividad. Esta es la razón de vigilar siempre el valor contable y el porcentaje de recursos propios. 

El valor del negocio es lo más difícil de explicar y tasar. Esto es un arte. ¿Cuánto vale la fórmula y la marca de Coca Cola? ¿O el emblema de Mercedes Benz? Como estas podríamos citar un montón de mitos de la sociedad que tienen un valor. Un buen negocio tiene un precio alto, y por supuesto, vale un montón de pasta muy difícil de cuantificar. Pero la mejor forma de verlo es mirar los márgenes que la empresa consigue mantener sobre sus productos. Por un producto increíble, la gente está dispuesta a pagar una prima sobre la competencia. La diferencia de costes entre un ordenador estándar y un iMac, no es mucha, pero la diferencia en precio sí que la es. Bueno, pues esa diferencia va directamente al bolsillo de la empresa, sin pérdida ninguna. Y lo increíble es que el consumidor está encantado de haberla pagado. Las dos partes están contentas con el acuerdo y por lo tanto el negocio será duradero y próspero para ambos. Voy a poner algún ejemplo sobre ello. En casa nos encantan los helados de “Magnum”, y estamos dispuestos a pagar una prima sobre la competencia, porque es un auténtico placer comerte uno. Ni siquiera conozco la competencia, porque voy directo a por lo que voy, siempre me enfado por su precio, pero es un verdadero placer y se me olvida rápidamente. Por el lado contrario tenemos a Telefónica, que ha sido la única mierda de servicio caro y malo que hemos tenido en España durante muchos años; muchos eran los que estaban esperando a la competencia para no verles. Esto es malo para el negocio. O el maravilloso sistema operativo Windows, que ha sido hasta hace bien poco la única mierda posible que poder instalar en el ordenador. La clave de su mal negocio está claro, no tiene presencia en móviles, ni tablets, Apple se está comiendo parte de su mercado en PC y Google con su sistema de nube ha dañado casi de muerte a
Microsoft Office; Wikipedia despidió para 
siempre a Microsoft Encarta. Es realmente difícil encontrar tanto desastre en una empresa que gana tanto dinero. Esto no era un buen acuerdo para las dos partes, solo para una, y este tipo de cosas se pagan caras. Gillette ha tenido prácticamente el mismo monopolio con las cuchillas de afeitar, y no existe ese resquemor y hartazgo hacia ellos, es la diferencia entre un producto de calidad y algo que solo pretende desplumar tus bolsillos.

La emoción y los sentimientos de los inversores ni valen ni sirven para nada. Es la parte que debemos de controlar y la que nos dará oportunidad de comprar más barato de lo que sería justo o pagar una prima por algo que debemos de evaluar hasta qué punto nos conviene pagar. Las personas crean un mundo de las ilusiones que sus cerebros procesan, y hacen que se las crean y las tomen como verdades absolutas. No creo que exista mejor ejemplo que el precio de las viviendas en España. Brindo a todos a mirar periódicos antiguos y recordar viejas conversaciones, artículos sobre los precios de venta y hasta editoriales de periódicos serios y con nombre, se han afirmado e intentado demostrar auténticas barbaridades sin sentido ni sustento lógico y económico. Y al final las cosas caen por su propio peso.Con el oro sucedió lo mismo. Y volverá a suceder una infinidad de vece
más, la raza humana es así y dudo mucho que las cosas vayan a cambiar. Ya dice el dicho, el zorro puede perder el rabo, pero no los hábitos. Una de las formas mejores que he visto para neutralizar las emociones es la media móvil de 1.000 sesiones. Prácticamente es imposible tener cuatro años de emociones continuadas. La parte buena de las emociones es lo previsibles que se muestran. La emoción va creciendo poco a poco, llega a un puto cercano al colapso, donde debiera de desaparecer por lógica monumental, pero sin embargo, acelera hasta un punto que será imposible de determinar ni cuantificar, donde colapsará de forma muy hostil y agresiva; en nuestro caso, con grandes bajadas cuando miramos la gráfica en escala de años. El hecho de tratar de comprar en apoyos, cortes o perforaciones a la media móvil 1.000, nos protege de una forma muy eficaz de comprar en los puntos justamente anteriores al colapso, que podríamos decir, son los más destructivos para un inversor del perfil que planteamos en esta web. De forma que lo que siempre recomiendo a todos es comprar en apoyos o por debajo de esta línea, que para mí es la forma más rápida, sencilla e intuitiva de evitar pagar primas excesivas de dinero. Para hacer rotaciones por errores de inversión, o como es mi caso, rotación hacia una cartera más acorde a mis intereses, siempre recomiendo justo lo contrario, ir desprendiéndose de las acciones por encima de la esta maravillosa línea. Yo así lo he hecho en la mayoría de las ocasiones y no me puedo quejar de los resultados obtenidos por el momento. Pero como no juego a comprar por debajo y vender por arriba, creo que lo más importante es elegir muy bien la empresa que vamos a comprar y hacerlo por debajo de la línea amarilla, la media de las 1.000 sesiones últimas, y echarnos a dormir una temporada.

Compañeros, como ya sabréis, tengo una lista, una lista secreta y escondida que
poco a poco voy compartiendo con vosotros y que espero publicar 
algún día cuando la tenga más estudiada y analizada. Es de esta lista de la que me voy alimentando para analizar las empresas que comparto con todos vosotros (además de vuestras valiosas aportaciones, ya hay dos oros entre las que no conocía y habéis pedido). Su grueso comenzó con la lista de las aristócratas del dividendo de Europa y USA, que descargué de internet y que me pareció muy interesante. Luego he ido añadiendo empresas con buenos negocios que no estaban, empresas de valor que pagan dividendos razonables y alguna empresa realmente buena pero que no es demasiado generosa ni previsible con sus dividendos. La lista tiene actualmente unos 140 miembros y voy añadiendo y eliminando a medida que me encuentro cosas nuevas o analizo alguna que no me gusta. La he dividido en tres, como podéis ver y poco a poco va creciendo y haciéndose pública. He realizado dos experimentos en base a esta maravillosa línea amarilla que hoy voy a compartir con vosotros.

EXPERIMENTO 1
He descargado todos los gráficos de las empresas desde 2.004 hasta ese día (fue a
primeros de 2.015) y he hecho un cuadro por años, con las empresas 
que cada año cotizaron algún día por debajo de la línea amarilla o se apoyaron en ella (hay que tener en cuenta que son gráficos a escala muy amplia y no se pueden determinar algunos datos con demasiada exactitud, lo importante es la orientación que nos dan). La realidad es que TODOS los años fiscales hubo magníficas empresas cotizando por debajo, con lo cual si en los últimos 11 años esto ha sucedido así, no hay ninguna razón para que en los próximos años no suceda lo mismo. Por lo tanto no veo ninguna razón para pagar una prima por la compra de buenas empresas, si en general las puedo comprar por debajo de esta media.

La segunda conclusión que da el experimento, es que el número de empresas que aparecen en cada año es inversamente proporcional a la euforia de los mercados. Es decir, que cuando todo el mundo está muy contento, mi cuadro se queda casi vacío y empezaría a tener problemas para buscar candidatas a compras. Pero lo que me llama la atención es que un cuadro especialmente vacío, en la mitad de las ocasiones, ha producido una caída importante en los índices y en todas las empresas, lo cual ha hecho que en los siguientes ejercicios mi cuadro se haya vuelto a llenar. En la otra mitad ha producido mercados más o menos laterales o alcistas, pero relajados, con lo cual el cuadro aumentó en número, de forma menor que en caídas fuertes, pero aumentó.


El tercer punto que me he encontrado, es que en general, cuando una 
empresa entra en el cuadro, suele permanecer en él varios años, de forma que será momento de seguir cargando, pero luego tiende a desaparecer por unos cuantos años, de forma que sería momento de disfrutar de dividendos crecientes, revalorizaciones de cartera y destinar el dinero nuevo a los nuevos miembros del cuadro.

EXPERIMENTO 2
De la lista de 140 me he quedado con mis 40 favoritas para analizar el timing de las compras basándome en la media móvil. He establecido tres grupos; apoyo (cuando apoya y no cae por debajo de la misma más de un 5% y continua hacia arriba), corte (cuando la corta claramente pero no baja más del 20% del valor en el corte, siguiendo para arriba después del susto) y perforación (que es cuando la corta y sin subir más del 5% en algún momento la cotización llega a perder más del 20% hasta donde llegue y luego vuelve a recuperarse y se va por encima de los valores iniciales). Los resultados han sido los siguientes:

  • Apoyos 53 (41%).
  • Cortes 35 (27%).
  • Perforaciones 42 (32%)


Por lo tanto si queremos guiarnos por este sistema, hemos de tener 
preparada la psicología para lo que nos vamos a encontrar, en más de la mitad de las ocasiones si compramos en el primer apoyo, la cotización seguirá bajista. Si suprimimos los apoyos, estamos desperdiciando casi la mitad de las ocasiones de compra, que rápidamente aportan revalorizaciones y por lo general son de las mejores empresas. Por otro lado, las perforaciones suelen coincidir en el mismo espacio temporal, de forma que, como no se puede comprar todo a la vez (ojalá tuviéramos dinero infinito para poder hacerlo) habrá que seleccionar lo mejor. Además, lo que he observado es que a medida que mejora la calidad de las empresas y sus negocios, aparecen menos perforaciones y cortes, en favor de los apoyos.

COCLUSIONES

  1. No veo ninguna razón, salvo excepciones y que han de ser eso, excepciones y no habituales, de pagar una acción por encima de la media móvil 1.000 sesiones.
  2. En caso de años muy alcistas, con todo muy caro y mucho dinero que
    nos 
    queme en las manos, personalmente me iría a lo mejor de lo mejor. Empresas sobre todo con poca deuda, buena relación entre corrientes y buenos márgenes. Vamos, lo mejor de lo mejor, jamón de pata negra de primera, que ya que nos toca pagar, por lo menos disfrutarlo.
  3. Prefiero la excelencia apoyando, que lo mediocre cortando y que la mierda
    perforando. De forma que ante los tres escenarios me quedaré con lo 
    que está apoyando y trataré de ponderar a la baja todo lo que pueda, pero exigiendo dentro de la calidad, la máxima excelencia en el negocio y las cuentas de la empresa.
  4. El timing que obtendremos con las medias 1.000 sesiones, en más de la mitad de las ocasiones, es mediocre o malo. Es un peaje que pago para evitar desastres en las compras. Por ello es fundamental entender que la base para el uso de este sistema en las compras es la selección del valor, ha de ser de máxima calidad, esto no sirve de la misma forma para cosas mediocres o malas.
  5. Como norma general, si vemos un apoyo o corte que viene muy vertical (en el pasado el gráfico se ve nítido, pero en el presente no podemos ver el mañana de forma que no sabemos lo profundo que será), conviene esperar ya que en la mayor parte de las ocasiones son profundos y podemos obtener un precio
    ligeramente mejor. Suele ser conveniente esperar ese 20% que lo 
    transformaría en perforación. En caso de que no suceda, siempre se puede comprar en el rebote hacia arriba justo antes de superar la línea amarilla o en una fuga de la misma, pero son sucesos que no suelen suceder. El soporte de un mercado lateral y que está por debajo de la línea amarilla es un escenario genial para cargar y ponderar a la baja, pero desgraciadamente muy poco habitual.
  6. Dado que muchas de las empresas pasan un tiempo por debajo o coqueteando con la línea amarilla, cuando se comienza a comprar con este sistema, se tarda un tiempo en conseguir mejores o iguales rendimientos que los índices (sobre todo en entornos alcistas, en bajistas suele ir bien), dado que cada empresa despega cuando lo hace y pasará un tiempo hasta que lo haga (si es que lo hace, que alguna ha fallado, pero no llega ni al 3% de las analizadas que son casi 200 y nunca ha sido dentro de las favoritas). Esto requiere tranquilidad, paciencia y psicología fuerte. El dato a mirar no es el valor de la cartera, sino sus beneficios globales, sus dividendos y los incrementos de los mismos. No podemos confundir una cartera especulativa, con una de valor, ni con una del dividendo, dado que los objetivos son muy diferentes.

Si os habéis fijado, todos los gráficos (salvo el de Telefónica que es ejemplo de una empresa que no cumple con mis criterios de una forma adecuada), todos son de la serie oro de la web. Simplemente escogiendo los momentos adecuados de compra en relación con la linea amarilla de la serie oro, hubiera hecho un rendimiento mucho mejor del que he conseguido haciendo muchas tonterías. Lástima que solo llevo usando la serie oro unos meses. Es simple, tranquilidad, calma, esperar el momento adecuado y si nos quema el dinero, lo menos caro de lo mejor de lo mejor.

Antes de despedirme he de decir que ha habido tres casos en los que creo que ha habido deterioro real e importante de la empresa. Puede haber más en el futuro. Ninguno de ellos estaba entre los favoritos y era, como ya he dicho antes, lugares en los que miraba cuando todo estaba caro. Aún así he de advertir de estos problemas que no llegan al 3%, pero si nos pillan de por medio nos pueden afectar. Como digo y me quedo con lo fundamental ninguno era de las favoritas y una quizás llegara a serie plata, estaría en la parte roja o la verde de bronce.

Como parte negativa he de decir que es tremendamente aburrido (salvo por los análisis que voy haciendo), que la psicología está en contra por lo que ya he comentado y que como la lista es tan selecta, apenas hay valores españoles, lo cual es un incordio en comisiones y dobles retenciones. Todo, raramente puede ser posible a la vez. 

Bueno compañeros, hoy os he presentado a mi querida colaboradora, la línea amarilla que acompaña a todos los gráficos de mis análisis y que tanto me ayuda a tomar las decisiones. Creo que es un criterio muy a tener en cuenta, sobre todo para evitar pagar en exceso por ciertos valores. Pero como ya he dicho, lo fundamental es ir eliminando de la lista las empresas que peores son y menos se adaptan a lo que busco. Después ya podemos considerar la línea amarilla. Espero que os haya gustado, y os sirva de aquí en adelante, en mi caso es una forma de colocarme una restricción muy visual y fácil para un deporte que tiene mucho arte y que sobre todo al principio puede resultar difícil y sobre todo caro. Quiero preparar una entrada sobre mis errores de inversión, aquellos que me han desplumado el bolsillo en el pasado. Casi todo el mundo presume de sus éxitos e inteligencia, yo voy a presumir de lo que he aprendido equivocándome, creo que es donde se forja la mente y se cimentan las bases de un éxito futuro. Aprender de los errores es fundamental, hacer autocrítica, no echar las culpas a los demás y mejorar; sobre todo actitud, compañeros, debemos de tener actitud positiva y constructiva. No puedo hacer otra cosa que agradecer vuestro tiempo y esperar que os haya gustado la entrada de hoy. Un saludo a todos.

En Bilbao a 02102.015