Hola Compañeros,

Pues aquí estamos una semana más con una entrada resumen del mes, un mes en el que han pasado cosas y no ha pasado nada. El mes está dinamitado por los resultados electorales que hemos visto en España, que parecen que han sorprendido a todos, pero lo cierto es que tampoco eran nada especialmente inesperado, pero, en fin, son cosas que pasan.

En el caso de la bolsa pues todo se mueve para que no se mueva nada, seguimos en un mercado lateral con unos tipos alcistas, que de momento parece que van a parar, pero que no acaban de parar. En mi caso, ando mirando y mirando empresas por ahí, reviso resultados y bueno, muchas cosas y pocas importantes. Lo cierto es que tengo muchas ganas de ver informes de 6 meses porque empezaremos a ver muchas cosas interesantes en muchas empresas, creo que ya en estos resultados vamos a ver sorpresas y debiéramos de ver ya más claro los efectos de la inflación.

Pero vayamos con algo un poco más tangible. En mi caso nada de nada. He comprado 10 acciones de Faes, para evitar la comisión de ING porque estoy fuera y la conexión es extremadamente mala, de forma que, para evitarme sorpresas en ese bróker, he cursado esa mísera orden que ni siquiera voy a anotar por lo pequeña que es. De hecho, mi razonamiento ha sido calcular cuánto me cuesta el no hacer nada y esto me cuesta mucho menos, porque al final tengo esas 10 acciones. Pero lo cierto es que no estoy viendo nada que me asegure una situación de riesgo beneficio que vea realmente buena. Lo cierto es que mi situación es muy avanzada, ya no me interesa aumentar los dividendos sin un buen retorno. Además, ahora tenemos ya depósitos al 3% que nos hacen la espera aceptable, así como letras en esos rangos, que es lo que seguramente empiece a hacer en bloques cómodos para poder obtener liquidez todos los meses, mientras espero algo que realmente me cuadra. Como os podéis imaginar, a estas alturas estoy sumando liquidez, de hecho, nunca he tenido tanta liquidez como ahora. Pero esto tiene también un doble sentido, ya que como hago asignación de capitales globales, pues tampoco es que tenga tanto dinero listo para invertir, sino que ese dinero que no deja de fluir, va a otros sitios que me parece que son más interesantes. Lo primero de todo es que estoy aumentando mi colchón porque mi situación laboral va a pasar a inestable en poco tiempo, de forma que un aumento del colchón es muy importante. Por otro lado, en este escenario estoy bajando de forma intensa la hipoteca que tengo, porque también puede haber novedades en ese flanco. Vamos que estoy fortaleciendo un balance que ya de por sí estaba muy fortalecido, porque este tipo de crisis son crisis de fondo, no es una crisis de un golpe seco al estilo del 2008 o 2012. Esto es una crisis de desgaste en la que la nueva situación de tipos hace que los múltiplos de todos los activos se estén revisando. Lo que pasa es que tras muchos años en los que nadie se ha planteado cuánto valen los activos en un escenario de tipos al 5%, pues parece que ahora nos toca pensar eso, tras muchos años en los que cualquier discurso y valoración era válida.

Tras este pensamiento, lo primero que me viene a la cabeza es la extremada prudencia que debemos tener ahora mismo a la hora de comprar cualquier activo que nos pase por la cabeza, porque mi sentimiento es que las cosas y las formas de valorar están cambiando y el que no lo veo y se adapte, puede tener pérdidas muy importantes de dinero.

Volviendo al marco político, pues el Presidente del gobierno convoca elecciones anticipadas, de una forma un tanto extraña. Lo cierto es que en estas elecciones me pasa como en las andaluzas, que lo cierto es que no entiendo nada. No veo que haya cambiado nada en España desde las últimas elecciones y parece que el cambio o el cansancio de la gente ha explotado. Vamos que está pasando como en Sálvame, que sin que se sepa las razones, pues todo se derrumba. Lo cierto es que este gobierno no ha hecho nada que no me esperaba o que no se pudiera esperar de antemano antes de la crisis. Y en general yo no veo tan mal al país como para este ambiente que se respira. Yo soy un tipo especial, y estos acuerdos con tantas partes y con gente tan extraña y dispar no me gustan. Yo es que soy un poco solitario en este sentido, pero claro, yo no soy político, no me dedico a ello. No sé muy bien qué es lo que se esperaban los votantes, pero dada la participación y los resultados, algo no me acaba de cuadrar. Nada, espero estar en las votaciones, pero en este negocio nunca se sabe, uno puede tener un viaje torcido de estos y no hay forma de llegar a votar. Veremos lo que nos llega.

De todas formas, lo más interesante de todo no son las elecciones, sino la cantidad de dividendos que llegan en los próximos 90 días. Para el mes que hemos cerrado, pues he tenido sequía, como en España. Lo cierto es que mayo nunca es un buen mes para mi cartera en los dividendos, pero este año, otra vez más, los cambios en las fechas de los dividendos me dejan con un 22% menos de dividendos, en general por los cambios de algunos pagos. Lo importante es que el sumatorio de este año en relación con el año pasado, sigue siendo positivo que es lo que más me importa, en un año, que ya sé de antemano, no va a ser un buen año de dividendos. El hecho de que no esté apenas comprando nada, ayuda a que los dividendos crezcan de una forma más baja. Es cierto que un par de suspensiones, y los recortes de alguna empresa china está haciendo que la figura sea mala, pero, por otro lado, también estoy viendo empresas que los están aumentando a un buen ritmo.

Y es que la inflación y lo que está sucediendo, ya está pasando las primeras facturas en muchas empresas. Hay muchas empresas en las que se ve cómo las materias están erosionando el margen bruto, en otras los costes por administración son más elevados, en otras las ventas se resienten sobre todo en volumen, las hay en las que los costes financieros suben… y las hay que lo pueden colocar y los resultados son buenos. En general, la inflación es mala para casi todas, sobre todo cuando comienza. Lo que pasa es que, como ya dije muchas veces aquí y en el canal de YouTube, la inflación es un proceso mucho más lento de lo que vemos en la TV y va por fases. Además, es un proceso que se retroalimenta, generando más inflación por sí misma y por eso las medidas para controlarla son tan duras. De momento ya vemos unos tipos de interés que están poniendo contra las cuerdas a muchas empresas y muchas personas. Esto no ha hecho nada más que comenzar, y los procesos de reducción de deuda en las empresas y las familias va a tener que ser elevados. Y esto, señores, acaba en recesión sí o sí. Lo cierto es que ya estamos en recesión generalizada, dado que, si el aumento del PIB es menor que la inflación, es obvio que ya estamos en recesión relativa. Pero como siempre sucede, mientras esto no llegue a la calle, parece que no existir.

Como decía la inflación es un proceso que se retroalimenta. Cualquiera que vea las cuentas de muchas empresas que tienen productos que son necesarios, podrá ver que los márgenes brutos y los costes financieros están viéndose afectados. Estas empresas tienen una cita con los accionistas, y las cosas se pueden dilatar en el tiempo, pero al final, tienen que subir precios. Si sus productos son realmente necesarios, subirán precios y el cliente lo tendrá que pagar, generando una primera inflación que resultará en una segunda. Por otro lado, llegarán los recortes de verdad, sobre todo de mano de obra inútil que inunda las industrias occidentales, inútiles que solo hacen papeles, dicen chorradas y no producen nada. Pues todos esos departamentos, que, en muchas empresas medio zombis, son muchos, empezarán a tener problemas, porque las cuentas no salen y si despides al que produces, pues no hay producción. Pero el que compra aprieta. Y el que te vende las materias también. De forma que podemos ver muchas reestructuraciones inesperadas y dolorosas. Cuando una empresa está así de mal gestionada, y tiene marrones delante de las narices del CEO que pasa todos los días por delante y los debiera de ver, podemos ir imaginándonos cómo están los balances y lo que puede pasar con la nueva situación financiera.

Esto es muy sencillo, una reducción del margen bruto, más un aumento del gasto financiero implica irremediablemente en un flujo de caja menor para pagar dividendos y recortar la deuda. Cuando el banco se entere, va a cortar el grifo para las siguientes renegociaciones de deuda. Y lo que muchos no se esperan, los bancos debieran de empezar a tener dinero sobrante, porque muchos de sus clientes debieran de dejar de ser clientes por la nueva situación. El banco que no lo haga, podrá tener que enfrentarse a embargos o problemas llegados de un lugar no bancario, como siempre ha sucedido. Pero lo que sin lugar a duda ya tenemos en este escenario, es empresas mal gestionadas, o con unos rangos de riesgos no aceptables, cercanas a la quiebra, y sin dinero fácil para pasar el bache. Esto implica que irremediablemente cerrarán, y al cerrar, sus clientes irán a otro lado. Fijaos la diferencia con 2012, cuando no había clientes. Ahora hay clientes, pero lo que pasa es que no somos competitivos para lograr vender, ganando dinero. Un idiota pensaría que es lo mismo, pero es algo completamente diferente. Y como consecuencia, estos clientes se irán a comprar a un competidor más competitivo, o comprarán menos, pero se generará una pequeña estrechez en la oferta de ese producto, que hará inevitablemente que los precios vuelvan a subir. Se producirá menos, pero con una tendencia alcista en los precios. Y esto, genera más inflación, que hace que la situación empeore, generando un problema a esa otra empresa que estaba en el límite y que, con la nueva situación, entra en quiebra… y así hasta que toda esta inmensa masa de dinero se digiera y el sistema en general encuentre un nuevo punto de estabilidad.

Por eso la inflación es tan peligrosa y no se la puede dejar que campe a sus anchas, por eso hay que actuar desde el momento uno. La inflación tiene que ver con la enorme masa monetaria y productiva que tiene el mundo. Esa enorme masa, que cada vez es mayor por el aumento de la población y de la economía, necesita un montón de energía para acelerar (ese es el dinero que se inyecta sin control), pero si se pasa en velocidad, hace falta una increíble cantidad de energía para frenar. Pero como se pare… a ver luego cómo se logra arrancar. Esta es la vida de la relación entre la economía y la inflación. Y se ha dejado que acelere… y ahora llegan los problemas… pero si alguien se piensa que tras 21 años de inyectar dinero a diestro y siniestro, ahora con un año de sufrimiento se van a arreglar las cosas, me temo que las probabilidades de equivocarse son elevadas y de ahí que mi impresión sobre múltiplos y tipos de interés sea tan negativa durante los dos últimos años. Esto no implica que puede haber paradas o momentos más relajados, en una época de más restricciones de las que hemos vivido.

No quiero cerrar la entrada sin hacer una mención especial sobre los ladrillos. Este mercado está muy complicado y peligroso. Por un lado, tenemos una natalidad que no ayuda para nada. Por otro, el teletrabajo lo está complicado todo. Y para terminar el gobierno no para de poner problemas a todo. Podemos pensar que no, que algo relativo al alquiler no afecta, pero la realidad es que lo hace y mucho. La vivienda afecta a todo lo demás, ya sea hecha con fines turísticos como con fines de primera vivienda. Lo afecta en oficinas, comercios, precios… afecta en todo, no en primer impacto, sino en segundo. Todo esto ya sería un problema sin más, pero ahora veremos cómo afecta mucho más. Vamos a tomar como precio correcto el que había antes de la pandemia, antes de la subida de los precios de la vivienda. Supongamos que por aquel entonces las cosas estaban igualadas, y más o menos los costes de terreno, más materiales, más mano de obra, después de pagar impuestos y beneficios. Eso nos dice que más o menos, los precios de 2018 – 2019, eran razonablemente correctos. Y ahora vamos a ver lo que ha pasado en estos 5 años.

Pues lo que ha pasado es que, suponiendo los terrenos a precio constante, los materiales de construcción, mano de obra y en muchos casos impuestos, han subido mucho. Esto hace que la parte de los costes suba mucho. Pero claro, los bancos ya no prestan dinero gratis, sino que lo hacen caro y la construcción todos sabemos que es un negocio intenso en capital y crédito. De forma que, por este otro lado, tenemos otro incremento de costes. Lo que es obvio es que el constructor no va a arriesgar su dinero para perderlo, de forma que lo más prudente es frenar la construcción hasta que esté mayoritariamente vendido. Pero claro, en el lado de los compradores, estamos viendo a una clase media más apretada por la inflación y unas hipotecas mucho más caras, lo que hacen que la cantidad máxima admisible para la hipoteca disminuya. Por lo tanto, tenemos presiones en las dos zonas de la ecuación. Mi impresión personal es que vamos a ver un mercado que baja mucho en volumen, pero no en precios. Habrá ocasiones para quien tenga pasta en mano y paciencia, pero por lo general los compradores no pueden pagar mucho. Pero los vendedores no van a regalar los activos en un momento inflacionario, salvo necesidad extrema. Los constructores lo tienen realmente difícil y es uno de los sectores en los que no se me ocurre ni tocar con un palo. Cualquier piso que se hereda y hay que vender es mucho más competitivo en precios que lo mínimo que pueda ofrecer una nueva construcción. Los ladrillos de un edificio incorporan la inflación por el simple hecho de estar ahí sin hacer nada. El precio lo marca la obra nueva. Habrá caída de oferta nueva muy importante, digan las chorradas que digan en los medios y en los mítines políticos. Habrá poca capacidad compradora. Y pocos inversores con este panorama estarán interesados en comprar para alquilar. De forma que lo que veo es un escenario inestable, en un escenario de este tipo solo se compra si el precio es ridículo. La cosa se arregla un poco si se mejoran las condiciones legales para el alquiler, con un poco más de seguridad jurídica, sobre todo. Pero es algo que llevamos esperando desde Felipe y que nadie hace, dudo mucho que el gallego este vaya a hacer nada en relación con esto, pero quién sabe, igual me equivoco.

Como ya os he dicho, aumento liquidez, no compro casi nada, veo todo razonablemente caro, y espero cobrar muchos dividendos en estos próximos 90 días. En lo personal pues ya estoy acabando esta campaña, a ver cuando me dan los billetes de avión, pero me temo que a finales de mes todavía me tenéis aquí comentando la situación. Son cosas que ya se irán viendo, que no me gusta tener mucho tiempo en la cabeza. Tengo la web y el canal un poco en desatendido, porque las restricciones desde aquí son severas, pero estoy contento. Cuando llegue a casa tengo que renovar algún equipo, tengo que hacer cosas y tengo un directo pendiente con el Loco, sé que muchos de vosotros tenéis muchas ganas de verme. También tengo apalabrada una entrevista, y paso a paso tengo que seguir ejecutando mi plan. Son muchas cosas, y poco tiempo, porque quiero disfrutar un poco del verano o de la parte que me toque del mismo. El año pasado lo hice, llevaba mucho tiempo sin veranos y lo cierto es que lo pasamos bien. Este año me tocan otras cosas y bueno espero disfrutarlo. Lo dicho, un mes aburrido, pero llegan muchos dividendos, muchos resultados y mucha diversión en los próximos 90 día. Un saludo a todos y espero que la entrada os haya gustado. Nos vemos pronto.